Un teleprompter en el rabillo del ojo
Hablar frente a grandes audiencias no es fácil, independientemente del lugar o la audiencia. Ya sea que esté presentando a un cliente potencialmente importante o entrenando al equipo de fútbol de su hija, la capacidad de transmitir su mensaje de manera efectiva requiere práctica.
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Después de todo, un discurso digno de mención puede mover montañas. La capacidad de contar una historia y conectarse con una audiencia de una manera significativa es una habilidad increíblemente valiosa, muy buscada por los empleadores. Motiva la acción y estimula el cambio.
Pero preparar, memorizar y pronunciar un discurso reflexivo no es pan comido. Consideremos que incluso las mejores emisoras del mundo dependen de los teleprompters.
Las gafas inteligentes podrían aliviar los nervios del orador. Crédito: dpkpr.com
El mejor amigo de un maestro de ceremonias
Esta innovación, introducida en la década de 1950, permitió a los oradores conectarse con su audiencia de una manera sin precedentes. Sin dudarlo, los presentadores podían simplemente leer su discurso y al mismo tiempo mirar directamente a los ojos del destinatario.
Las gafas inteligentes podrían llevar los teleprompters un paso más allá. Especialmente en galas y ceremonias de premios, donde a menudo se recurre a tarjetas de referencia, las gafas inteligentes podrían permitir a los oradores leer su discurso sin apartar la vista de la multitud.
Se podían consultar las notas, sin que nadie entre la multitud se diera cuenta.
A medida que se acerca el año 2020, muchos de los grandes actores tecnológicos confían en que las gafas inteligentes reemplazarán a los teléfonos inteligentes como el hardware digital preferido. Aplicaciones prácticas como ésta refuerzan esa confianza.
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